domingo, 30 de septiembre de 2012


San Martín: "Caso Cordillera Escalera"  






Lima, 27/09/2012 (CNR) -- Las organizaciones indígenas como CEPKA y FEPIKRESAM, así como diferentes apus de las comunidades y algunos funcionarios locales, señalan que para la formación del ACR-CE muchas de las comunidades nativas no fueron consultadas y las que lo fueron no pasaron por un proceso de consulta adecuada. Consideran que la forma de administración del Área de Conservación, constituye una amenaza contra su gobernanza territorial y un obstáculo para la consecución de la ampliación de sus títulos de propiedad. Precisamente, la conformación del Área impide el desarrollo de actividades agrícolas, de caza, pesca y otras para su subsistencia, limitando el acceso a sus territorios ancestralmente habitados, a los cuales se superpuso el ACR.

La conformación de la Cordillera Escalera como área de conservación regional, la primera a nivel nacional en su tipo, viene desde el año 2005, cuando se concesionó 870,896.17 hectáreas de tierras, correspondientes al Lote 103. El ACR-CE tiene una superficie de 149.870 hectáreas y en su interior nacen cinco cuencas hidrográficas de los ríos Huallaga y Marañón con lo que las actividades de hidrocarburos representan una amenaza a las fuentes hídricas de las ciudades de San Martín como Tarapoto y Lamas así como a los territorios de los pueblos indígenas de la región.

Las organizaciones indígenas, encabezadas por CODEPISAM, FEPIKRESAM, CEKPA y FERISHAM exigen que se respete su derecho al territorio solicitando la titulación y ampliación de sus territorios comunales. Asimismo, plantearon el reconocimiento de sus territorios ancestrales dentro de la ACR-CE, la cual fue establecida sin la consulta debida.

Este territorio es de vital importancia para las comunidades indígenas. El Apu Jaime Tapujima del Consejo Étnico de los Pueblos Kechwas de la Amazonía (CEPKA) dice: “el pueblo indígena no puede vivir sin su territorio. Ahí están nuestras chacras, el área donde cazamos. Ahí están nuestras medicinas, nuestras fuentes de agua, son áreas donde hacemos nuestros rituales. Estamos compactados con la tierra, el bosque, los riachuelos. Necesitamos de nuestras plantas medicinales… para ir a la montaña tengo que tomar mi “purga” para ir a hablar con los “yachis” de la montaña”… el Estado dice que los indígenas somos obstáculos del desarrollo, que somos radicales, que no queremos el desarrollo. Sí queremos el desarrollo pero un desarrollo inclusivo, donde se respeten las tradiciones”. “Nuestra propuesta es solicitar la co-gestión compartida del área de las 149.870 hectáreas… queremos participar de la elaboración del Plan Maestro.

Se vienen realizando talleres informativos sobre la conformación de la Cordillera Escalera y se ha culminado la primera etapa de actualización del Plan Maestro de la ACR – CE (2012 – 2017). Sin embargo, en el último taller realizado en la ciudad de Tarapoto, las organizaciones indígenas manifestaron su preocupación por la falta de reconocimiento real hacia las organizaciones y pueblos; la escasa rigurosidad y sensibilidad para recoger aportes durante los talleres llevados a cabo en otras localidades; la falta de realización de un proceso de consulta previa, libre e informada para su elaboración; y las condiciones poco transparentes y rigurosas para la aprobación del plan.

Cabe señalar que aún queda pendiente terminar de consolidar el Plan Maestro de la ACR-CE, el cual definirá el uso de dicho espacio territorial. No se debe olvidar que el Plan Maestro es también motivo de interés de las petroleras Talisman en alianza con Repsol YPF y Petrobras, titulares del Lote 103. A pesar que el 2009 el Tribunal Constitucional declaró a la zona de excepción de la actividad petrolera hasta que no se actualice el Plan Maestro, el Comité de Gestión encargado de elaborar este Plan no cuenta, hasta la fecha, con la participación de las organizaciones indígenas.

Fuente: CooperAcción

viernes, 28 de septiembre de 2012

“Amazonía Nuestra” Combate a la minería ilegal


Países andinos combatirán juntos la minería ilegal en la Amazonía. Perú, Bolivia, Colombia, Bolivia y Ecuador  acordaron  actuar en conjunto para preservar este rincón del planeta

http://elcomercio.pe/tag/215071/depredacion


(EFE). Los ministros de Ambiente de Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú intercambiarán sus experiencias en el combate a la minería ilegal para proteger a la Amazonía de esta actividad, informó hoy el titular peruano, Manuel Pulgar Vidal.

Los ministros de la Comunidad Andina participaron hoy, mediante videoconferencia, en el lanzamiento de la campaña “Amazonía Nuestra”, que busca generar conciencia sobre su importancia y la necesidad de su conservación.
Pulgar Vidal explicó que la coordinación se extiende a los responsables de la política ambiental de los países de América Latina y el Caribe para frenar la depredación de los bosques y la contaminación de los ríos.

El ministro dijo que en Perú existe un proceso de formalización de mineros en marcha y que pronto entrará en vigencia la norma que prohíbe el uso indiscriminado de maquinaria pesada en la Amazonía.
@ Foto: Archivo El Comercio

martes, 25 de septiembre de 2012

Tribunal Constitucional respaldó autonomía de comunidad nativa en Madre de Dios

Importante: Este es el primer 

pronunciamiento  del TC sobre el tema

 de la autodeterminación indígena. 

Nativos de Tres Islas decidieron impedir ingreso de taladores ilegales a su territorio, pero sus dirigentes fueron denunciados.Resolución del TC revierte la situación. 







El El Tribunal Constitucional declaró fundada la demanda de hábeas corpus interpuesta por la comunidad nativa Tres Islas, en la que solicitan respaldo a su derecho a la propuesta territorial y el respeto a su autonomía. La medida anula otra sentencia de hábeas corpus emitida por la Sala de Apelaciones de la Corte Superior de Madre de Dios.
Según informó el TC, la resolución judicial permitía el ingreso de personas desconocidas a las tierras de la comunidad nativa. El ente constitucional explicó que la sentencia de la Sala de Apelaciones no tomó en cuenta que al permitir tal acceso se vulneraba la autonomía comunal de los nativos de Tres Islas, ubicada en Tambopata.
Tras el fallo del Poder Judicial, la comunidad decidió impedir el ingreso de extraños a su territorio, porque desde hace unos años son víctimas de los efectos de la tala ilegal, que se realizan sin autorización ni control ambiental ni fiscalización alguna.
Sin embargo, esta medida provocó que la Policía Nacional y la fiscalía abrieran investigación contra las autoridades de la comunidad de Tres Islas.
Importante fallo del TC.
Por ello, el TC ha revertido esta situación en virtud a la legitimidad constitucional de la comunidad de regular quienes ingresan a su territorio, consideraciones que deberán ser tomadas en cuenta por el Ministerio Público y el Poder Judicial.
Este es el primer pronunciamiento de un órgano jurisdiccional nacional sobre el tema de la autodeterminación indígena, especificando que se trata de un derecho fundamental que no debe ser confundido con pretensiones separatistas o secesionistas.
Para leer sentencia completa HAZ CLIC AQUÍ.
Fuente: Diario El Comerció
@ Fotografías IIDS Instituto Internacional de Derecho y Sociedad

Mayor información del caso, información previa a Resolución de TC

Carretera Purús-Iñapari: un proyecto en discusión


La Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos; Ambiente y Ecología del Congreso viajó hoy para realizar una audiencia pública en Purús con respecto al proyecto de ley que propone la interconexión de su capital, Puerto Esperanza, con Iñapari, en la región de Madre de Dios. Sobre el tema, Inforegión elaboró el siguiente informe.
¿Qué propone el proyecto de conectividad terrestre?
Para establecer un marco introductorio de lo que significa la provincia de Purús, las zonas aledañas, el Parque Nacional Alto Purús y la Reserva Comunal Purús, sobre las que pasarían los 273 kilómetros de carretera, además de los posibles impactos ambientales, Inforegión ha elaborado un informe sobre la base de estudios internacionales y el documento presentado por los congresistas.
El 19 de abril del 2012 se presentó al Congreso de la República el proyecto de ley “que declara de necesidad pública y prioritario interés nacional la conectividad terrestre de la ciudad de Puerto Esperanza, en la provincia fronteriza de Purús en la región de Ucayali, con la ciudad de Iñapari en la provincia fronteriza de Tahuamanu, región Madre de Dios”.
El motivo sería establecer lazos con la provincia de Purús ubicada en la frontera con Brasil y a la que únicamente se puede acceder vía aérea. Según el documento presentado al Congreso, la carretera solucionaría este problema teniendo la capacidad de hacer llegar servicios de salud y educación a una zona que “tiene una tasa de mortalidad infantil de 31.3%, una tasa de analfabetismo del 33.8%, una tasa de incidencia de la pobreza de 37.4%, sólo 0.5% de establecimientos censados”. Además, señala el proyecto, abarataría los costos de los productos que de allí salen.
Hasta aquí todo parece tener un móvil constitucional: incluir a pueblos aislados en el “desarrollo” nacional. Incluso en las restricciones del proyecto de ley se señala que “se implementarán los sistemas de control necesarios para garantizar la protección de la biodiversidad en la zona, los Parques Nacionales y demás Áreas Naturales Protegidas”; y además que estará “prohibida la actividad económica a lo largo de la carretera o línea férrea diseñada y sus zonas aledañas, bajo responsabilidad civil o penal que corresponde a las autoridades competentes”.
Todo lo señalado se encuentra explícito en los artículos que conforman el documento y también sostiene Miguel Piovesán, el sacerdote italiano que lidera la campaña para la construcción de la carretera y que lleva ya varios años conviviendo con los pobladores de la zona.
No todo lo que brilla es oro
Pero describamos la problemática. Purús es una de las cuatro provincias que conforman la región de Ucayali, es una cuenca ubicada al sudeste del Perú en la frontera con Brasil. Su capital Puerto Esperanza cuenta con aproximadamente 1300 personas y en sus alrededores se encuentran 8 etnias indígenas y cerca de 3200 pobladores. (El proyecto de ley ha considerado cerca de 5000 pobladores en total, pero al parecer no llegarían a ese número).
Es desde Puerto Esperanza donde partiría la carretera y, tanto el mapa de la Exposición de Motivos del proyecto de ley como en el estudio de la Universidad de Richmond, cruzaría la Reserva Comunal Purús, que sirve como zona de amortiguamiento entre el Parque Nacional y los territorios indígenas.
Además, según el estudio de la universidad, afectaría en un 62% del territorio del Parque Nacional Alto Purús en el recorrido en L que tendría la ruta hasta llegar a Iñapari, Madre de Dios.
Este porcentaje de afectación tiene fundamento en los 50 kilómetros de distancia que parten de la carretera hacia sus lados: “El principal impacto sería la asociación entre la deforestación y la carretera, siguiendo el ejemplo de la Amazonía brasileña, en donde dos tercios de la deforestación ocurrió a 50 kilómetros de una carretera pavimentada principal y casi el 90% se encuentra a 100 kilómetros de las carreteras construidas por el gobierno”, señala el estudio de Richmond.
A esto se le suman argumentos que comparten tanto autoridades locales como el estudio de la universidad (basado en investigaciones anteriores): el deterioro de la biodiversidad, las potenciales invasiones que contribuyen a la pérdida de las tradiciones culturales, la facilitación del tráfico de drogas, armas, animales silvestres y otros tipos de contrabando.
La población en contra de la carretera
Por estas y otras razones el 80% de la población de Purús está en contra de la carretera. Entre ellos, se oponen grupos de líderes que investigan y trabajan por la conservación ambiental en Puerto Esperanza (MABOSINFRON), grupos indígenas (FECONAPU), grupos ambientales (ECOPurús), los empleados del Parque Nacional Alto Purús, todas las autoridades municipales de la provincia de Tahuamanu en Madre de Dios y la Comisión Ambiental Regional (CAR). A estas voces se ha sumado, por ejemplo, el presidente de AIDESEP, Alberto Pizango.
Pero no solamente los pobladores de Purús se oponen al proyecto, sino autoridades de las comunidades de Tahuamanu, como se expresó en un pronunciamiento dirigido al presidente de la República en mayo de este año. En este, se manifiestan además molestos “porque consideran una falta de respeto la arbitrariedad con la que se ha declarado la mencionada construcción vial sin antes solicitar con anterioridad la opinión y consulta previa de nuestras poblaciones”.
Hace unas semanas un diario nacional consignó las declaraciones del congresista fujimorista Carlos Tubino sobre una posible consulta previa, la cual nunca descartó, pero señaló que  esta “no es vinculante” y de todos modos el Estado es el que decide al final.
El proyecto cuenta con la firma de 23 congresistas entre los que destacan los fujimoristas Carlos Tubino, Rolando Reátegui y Leila Chihuán; la representante de Alianza por el Gran Cambio, Gabriela Pérez del Solar; Tito Valle, de Perú Posible; Antonio Guevara, de Acción Popular. Todo ellos de la Comisión que viajará mañana a Purús en busca de una audiencia pública. También firmó el presidente de esta  Comisión: el fujimorista Antonio Medina Ortiz.
Voces ecológicas
Sandro Chávez, coordinador nacional del Foro Ecológico del Perú, ha señalado que la Comisión “tiene que ser lo suficientemente amplia en el criterio y en la consulta que va a hacer (…), pero también hay que escuchar a otros sectores, como el sector indígena que se está beneficiando de la protección de estas áreas”.
El experto en temas ambientales también se ha referido a las implicancias y las causas de esta propuesta que espera ser presentada al pleno del Congreso próximamente para su aprobación.
“Esto se está generando fundamentalmente porque el puente aéreo que existe actualmente es insuficientemente y lamentablemente no se está dando de manera adecuada. Sí, ahí hay un problema de transporte, pero eso no se resuelve con una carretera, se resuelve de otra manera: el puente aéreo desde mi punto de vista es fundamental”, enfatizó.
Para este informe, INFOREGIÓN recurrió a los datos del estudio “Analysis of the Socio-evironmental Impacts of the Amazonian Roads: The Puerto Esperanza to Iñapari Road in Perú”, realizado por George Appling y David Salisbury, del Departamento de Geografía y Medio Ambiente de la Universidad de Richmond; y que contó con el apoyo del Centro de Investigación de las Fronteras Amazónicas, la Universidad Nacional de Ucayali y el Upper Amazon Conservancy.

Informe eleborado por Info Región

jueves, 20 de septiembre de 2012

San Martín: Del milagro al modelo


POR ROBERTO CASTRO


Algún memorioso que recuerde la fallida regionalización de los años ochenta, ésa de finales del gobierno aprista, probablemente esté en condiciones de responder la siguiente pregunta: ¿en qué región comenzó a fallar aquel modelo? La respuesta data del 24 de febrero de 1991 y se localiza en las urnas de San Martín: allí donde un referéndum expresó la voluntad de la población de ese departamento de separarse de la Región Víctor Raúl Haya de La Torre, que conformaba con La Libertad.
Hoy, más de 20 años después, la región que está más avanzada en términos de integración con otras, en procura de gestar macrorregiones, es San Martín: en julio del 2010 presentó, en conjunto con Amazonas y la propia La Libertad la iniciativa legislativa de la Ley de la Mancomunidad Regional, una primera forma de trazar una agenda común entre las regiones mencionadas. Sucede que muchas cosas cambiaron a orillas de los ríos Huallaga y Mayo, los dos que cruzan la región de mayor diversidad étnica del Perú después de Lima: entre otras, que en estas dos décadas la pobreza allí se redujo en más de 25 puntos porcentuales y el crecimiento anual promedio se mantuvo por encima del registrado por el país.
San Martín no recibió su nombre, cuando fue creado en 1906, para homenajear al santo de la escoba, sino al libertador don José de San Martín. Pero hoy, ese nombre está relacionado con algo parecido a lo que convencionalmente se define como milagro económico. Por esa razón, SE emprendió viaje hacia las principales ciudades de la región, de modo de entender cuáles son las fuentes del proceso que ha permitido que en dos décadas la primera referencia a San Mart-n en el imaginario colectivo haya dejado de corresponder al narcotráfico.

Las conclusiones de la investigación se discuten en el artículo de portada de la última edición de Semana Económica (SE 1340), y básicamente apuntan a tres ejes como catalizadores del fenómeno: la derrota del narcoterrorismo, el alto grado de descentralización de la región (con cuatro zonas eje y sendas ciudades con peso económico relevante como Tarapoto, Moyobamba, Juanjui y Tocache) y el nivel creciente de personal capacitado en la gestión pública y privada.
Además, en la siguiente semana en la página web de Semana Económica aparecerá una entrevista en la que él explica cuáles han sido algunas de las bases que han permitido que en la actualidad, antes que un milagro, algunos teóricos del desarrollo como Luis Carranza, Manuel Estela o Fernando Villarán hayan comenzado a desarrollar estudios sobre el llamado “modelo San Martín” y se haya puesto en agenda su capacidad de réplica a nivel nacional.

@ Semana Económica

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Proyectan cadena productiva de cítricos en caserío Santa Teresa de Shinuya en Mashangay


CONFORMAN COMITÉ DE PRODUCTORES DE CITRICOS Y PROMOTORES AGRARIOS. Producirán plantones de cítricos para sembrar en zonas que se perdieron a causa de las inundaciones.

Pucallpa. La Agencia Agraria de Coronel Portillo a través de su sede agraria de Calleria, con fecha 07 del presente, desarrolló la actividad de Conformación del Comité de Productores de Cítricos de la Cuenca del Mashangay (APCICUM), el cual se llevo a cabo en el caserío Santa Teresa de Shinuya, en donde participaron productores de cítricos de los caseríos (Santo Domingo, 4 de Julio, Santa Carmela, Arizona, Leoncio Prado y Santa Teresa), donde se eligió a la junta Directiva conformado por los productores en los siguientes cargos:


Presidente: Benel Castro Taminchi
Vicepresidente: Luisa Díaz Flores
Secretario: Marcial Panduro Taricuarima
Tesorero: Hilter Murrieta Isminio
Fiscal: Roy Novoa Vásquez
I Vocal: Merian Grandes García
II Vocal: Andrés Sinarahua Díaz

La finalidad de esta actividad es realizar el trabajo de producción de plantones, lo cuales serán sembrados en las áreas que se perdieron a causas de las inundaciones.
El Ing. Carlos Alvarado Isminio, encargado de la sede agraria de Calleria, manifestó que dentro de poco este joven comité de productores, estará haciendo llegar al Director regional de Agricultura Ing. Miguel A. Seijas Del Castillo, la propuesta de crear una cadena productiva de cítricos, que vele por los intereses de esta importante línea de cultivo.

DIRECCIÓN REGIONAL SECTORIAL AGRICULTURA UCAYAL
Oficina de Prensa de la DRSAU


lunes, 17 de septiembre de 2012

Petroperú tendrá presencia en 36 lotes de exploración y explotación petrolera


 

Participación de la estatal, como socio minoritario, será definida por los privados. En noviembre se inicia proceso de licitación. Habrá consulta previa en casi todos los lotes.
Por Carlos Bessombes.
Petróleos del Perú, PetroPerú, participará en 36 lotes de explotación y exploración petrolera, como representante del Estado en asociación con las empresas privadas que ganen los concursos de concesión.
Así lo anunció la presidenta de la agencia de los hidrocarburos, Perupetro, Rosa María Ortíz, quien apuntó que en noviembre se iniciará la licitación de estos 36 lotes de hidrocarburos. Además, la gran mayoría de estos pasarán por la consulta previa, a excepción de siete lotes ubicados en la costa peruana.
Explicó que la empresa estatal ingresará como socio y será la empresa privada, en su calidad de inversionista, la que haga las labores de exploración y solo en el supuesto de que estas exploraciones dieran resultados positivos PetroPerú comenzará a pagar la parte que le corresponde de su porcentaje con el producto de las utilidades que se obtengan de la explotación.
"El monto de inversión que requieren estos lotes aún no se puede determinar, porque no tenemos los programas mínimos de trabajo, pero en líneas generales desarrollar un pozo en la selva del país cuesta en promedio US$ 100 millones", detalló Ortiz.
Respecto a la consulta previa, la titular de Perupetro afirmó que ésta se dará cuando se tenga la buena pro de los 36 lotes, proceso que demorará aproximadamente hasta el segundo trimestre del 2013.
El proceso de consulta previa estará a cargo de Perupetro, por mandato del Ministerio de Energía y Minas (MEM), por lo que la agencia estatal estará encargada de sacar a licitación los lotes, entregar la buena pro y además de poner en marcha los procesos de consulta previa.
Estos 36 lotes con potencial de hidrocarburos se encuentran ubicados en las cuencasMarañón, Ucayali, Madre de Dios y en el zócalo (Trujillo, Lima, Pisco yMollendo).
En abril de este año, Perupetro dio a conocer que sacaría a subasta solo 22 lotes petroleros debido a que el nuevo reglamento de la ley de consulta previa obligó a la firma estatal a rediseñar la licitación.
LOTE 1AB
El 11,7% de la producción nacional de petróleo proviene del Lote 192 (ex 1AB). Es por eso que debido a su importancia será el primer lote en salir a licitación. "A fines de octubre, Perupetro convocará al proceso para la adjudicación de la licencia del lote 1AB, debido a que no queremos que la producción siga decreciendo. Por eso es que estamos acelerando este proceso", dijo Rosa María Ortiz, de Perupetro.
El lote 192, cerca de la frontera con Ecuador, es operado por la argentina Pluspetrol y su contrato vence en el 2015. Este yacimiento produce unos 15 mil barriles de crudo por día y requerirá una inversión de US$500 millones.
ESQUEMA DE LICITACIÓN
Perupetro dio a conocer que los factores de competencia para seleccionar a los consorcios ganadores de los 36 lotes de exploración y explotación petrolera son el programa mínimo de trabajo, el monto de las regalías y el porcentaje de participación que ofrecerán a Petroperú.
La agencia estatal afirmó que la seguridad jurídica del país hace atractiva la inversión en dichos lotes en donde Petroperú tendrá una participación de entre 25 y 49%.
REEXPORTACIÓN DEL GAS LOTE 56
El arbitraje solicitado por el Consorcio Camisea ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) podría tomar dos años desde el inicio del proceso, según los plazos de dicho centro, reveló Perupetro.
En enero pasado la empresa Galway, contratada por Perupetro, descubrió la reexportación de gas de 10 embarques y verificó el real destino de las exportaciones de gas natural licuado (GNL), por lo cual el Estado peruano reclamó el pago del diferencial de las regalías.
Perupetro dio a conocer que Repsol se ha comprometido a solo colocar embarques de gas natural de Perú en destinos finales en todo el mundo para evitar que sean reexportados si son vendidos en transacciones efectuadas con intermediarios o traders. Sin embargo, precisó que esto no impide que Pluspetrol postule a la nueva licitación del Lote 192.
Fuente: La republica

domingo, 16 de septiembre de 2012

Mistura 2012: foro sobre la Amazonía destacó su importancia para el desarrollo gastronómico del país


Amazonía, Gastronomía, Biodiversidad, Mistura 2012El coloquio “Amazonía, gastronomía y diversidad” estuvo liderado por el ministro del Ambiente y el chef Pedro Miguel Schiaffino




En una iniciativa por promover la biodiversidad y el consumo de productos de nuestra Amazonía, Apega organizó el foro “Amazonía, gastronomía y diversidad”.

Los invitados para debatir el tema fueron el ministro del ambiente, Manuel Pulgar Vidal, José Koechlin, gestor del hotel ecológico Inkaterra ubicado en la Reserva Amazónica de Tambopata y Pedro Miguel Schiaffino, chef y promotor de los productos de la selva.

En su presentación, el representante de la cartera del Ambiente recalcó que la Amazonía no solo es biodiversidad, que llega de inmediato a nuestras mesas a través de la gastronomía, sino que es un esfuerzo de distintos actores como el privado, estatal, sociedad civil, comunidades e individuos.
Por su parte, José Koechlin destacó que somos amazónicos por extensión, ya que el 62% del territorio peruano corresponde a la región de la selva.

Pedro Miguel Schiaffino compartió su búsqueda por aportar al país insumos amazónicos en sus restaurantes, siendo su objetivo principal dar a conocer lo que nuestra Amazonía nos ofrece.

FALTA MUCHO POR HACER
En declaraciones a elcomercio.pe, Schiaffino señaló que Mistura está haciendo un gran esfuerzo por promover esta cocina al incluir varios restaurantes amazónicos y puestos con muchos productores y proveedores de estos insumos en el Gran Mercado.

Reconoció así también, que aunque el reconocimiento es mayor cada día, aún falta mucho por hacer.
El chef del programa televisivo “Desde el jardín” acaba de abrir hace dos meses Amaz, un restaurante exclusivamente de cocina amazónica, que busca promoverla a nivel latinoamericano partiendo de la gastronomía tradicional. Según confesó, las frutas de la selva son sus favoritas.

Fuente El Comercio
Foto: Flickr/APEGA

viernes, 14 de septiembre de 2012

Salvar a Madre de Dios


Elaborado por CONNECTAS
Cuatro escenas se repiten a lo largo de los 700 kilómetros de Amazonía que CONNECTAS recorrió en el corazón de Sur América a través de la Carretera Interoceánica y en su zona de influencia: desiertos mineros donde había selva tupida, parches de floresta calcinados, árboles mutilados y serpientes sobre el asfalto huyendo junto con otros animales salvajes de un hábitat que ahora les es hostil.
Así, el sector de Guacamayo de la selva peruana es hoy un arenal interminable amarillo claro, como la playa del mejor balneario. En dos años arrasaron las 20 mil hectáreas de bosques que había allí, de acuerdo con las autoridades locales. A unos ochocientos metros pasa un río turbio color ocre en cuya ribera intentan sobrevivir unas pocas plantas. Ya no se escucha el gorjeo de los pájaros, ni el zumbido de los miles de insectos que poblaban esa selva biodiversa. Ahora copa los oídos el ruido de bombas extractoras que lavan la tierra para que reluzca el oro escondido. Los únicos seres vivos son dos trabajadores descamisados que, desde una artesanal barcaza que flota en el agua estancada al fondo del hoyo de diez metros que ha dejado la bomba que succiona, vigilan la operación.
Los lugareños dicen que “playa adentro”, el paisaje es más desolador. A los pocos minutos de la pesada caminata en la arena sale al paso otro de los mineros. “No pueden estar acá, es propiedad privada” dice ofuscado. Custodia un rudimentario sistema de poleas que sube la tierra y la deja sobre una lona tensada que sirve de cernidor. El gobierno está cerrando minas ilegales y los afectados se han resistido con violencia. Por eso, cuando el minero va en busca de sus compañeros para encarar a los intrusos, es mejor retirarse. En este punto, como una ilusión, en el horizonte se ve la línea verde donde ha quedado la selva. Pero pronto estará más lejos.
Más adelante, al otro costado de la vía se ve la tierra aún humeante. Un perfecto rectángulo negro es como la huella de un gigantesco sello con el que alguien chamuscó todo. Unos pocos troncos ahumados son testigos de que aquí hubo vida. Paisajes carbonizados similares se ven una, y otra, y otra vez a lo largo del recorrido.
La frontera entre Bolivia y Perú, a la altura del caserío de Soberanía, está marcada por dos mojones en cemento que apenas se ven en la selva virgen. Este vasto sector es como recorrer una calle de Manhattan, pero en lugar de rascacielos, lo que hay son árboles inmensos a cada lado, de 40 y 50 metros de altura, y miles de mariposas aletean en las orillas como si se organizaran por colores, mientras un oso perezoso cruza la vía y huye a la máxima velocidad que le da su paso lento evitando los visitantes. Del lado boliviano queda la Reserva Nacional de Manuripi y en Perú, la Reserva de Tambopata.
Pero en esa frontera selvática en línea recta de 200 kilómetros no se dejan de escuchar las sierras eléctricas cortando la madera, sobre todo del lado peruano. Seguir el ruido para ubicar a una no es fácil porque el bosque al comienzo del trayecto es espeso. Aparece de pronto un manojo de pequeños caminos. El sonido pareciera venir desde el final de uno de éstos que termina en un claro. Allí al lado, yace tendido, derrotado, un pesado árbol del diámetro del abrazo de dos personas. Lo han convertido en un montón de tablas ordenadas según el espesor. La motosierra se apaga, parece que no le gustan las visitas. El guía, amedrentado, no quiso seguir. “Estos taladores hacen lo que quieren – dijo – van de un lado a otro de la frontera, sin Dios ni ley”.
De regreso a la Interoceánica, andando a toda velocidad por la maltrecha autopista que recorre la parte brasilera, en uno de los muchos brincos que da el automóvil por los múltiples huecos de la vía, el conductor grita emocionado: “¿No la vieron?, era una culebra gigante”. Su euforia se aplaca de inmediato ante los reclamos de los pasajeros. No se detuvo y acelera adentrándose por varios kilómetros en un paisaje de sólo llanuras. Allí alguna vez hubo selva. De pronto tuvo que parar para darle paso a un centenar de vacas que cruzaban la vía. Ahora son ellas las señoras del lugar.
Ganadería donde antes hubo fauna salvaje, quema, tala, minería, siempre ha habido de eso en esas selvas, cuenta la gente. Pero la destrucción se ha acelerado por la vía que acercó los mercados y atrajo a los aventureros, sobre todo en el lado peruano y en los 50 kilómetros a cada lado en todos los países, que según lo ha establecido el Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonía (Ipam, por su sigla en portugués), es el área de influencia de esta vía.
En los planes, se había dicho que se tenía previsto que la Carretera Interoceánica, al igual que los otros ambiciosos proyectos de infraestructura para interconectar a América del Sur cumpliría “con las normas medio ambientales que garanticen un buen uso de todos los recursos naturales de la zona, permitiendo el control de los abusos que a veces se cometen con estos recursos de manera ilegal“. Pero en la práctica se ha visto que, a pesar de sus dimensiones –tres países, la financiación de la banca multilateral, y alto impacto sobre la frágil ecología amazónica — la planeación estratégica del impacto ambiental de la vía ha resultado miope y la gestión y el control, insuficientes. Las autoridades se han quedado cortas en hacer de este nervio conductor de la economía suramericana un proyecto ambientalmente sostenible.
No hay duda que con la interconexión que trae la Interoceánica, se abrirán mercados y se destapa el desarrollo económico, pero sin una decidida regulación y control, el costo que paguen las próximas generaciones puede ser demasiado alto. Como lo explica el experto forestal Marc Dourojeanni, autor del texto La Amazonía Peruana en 2021, en los países desarrollados construir carreteras no significa destruir recursos naturales, e incluso se hacen vías que atraviesan parques naturales sin dañarlos. En cambio con la Interoceánica, “en lugar de sólo permitir la comunicación entre dos puntos y el uso de tierras aptas para la agricultura previamente separadas para ese uso, la población se instala desordenadamente, en cualquier lugar y sin pedir permiso a nadie, muchas veces con el beneplácito de los políticos locales. Así se ocupan tierras indígenas, áreas protegidas y suelos sin capacidad de uso agropecuario, ocasionando una tremenda e inútil deforestación”.
Es tal el desorden que incluso las autoridades de la capital peruana evalúan denuncias según la cual parte de la misma maquinaria que fue usada para construir la vía terminó al servicio de la minería ilegal.

Traslape de concesiones

En el lado peruano, donde se ve mayor devastación con la carretera, hay un incentivo institucional perverso: el otorgamiento de concesiones para diferentes propósitos en zonas que se traslapan. Así, se cruzan las concesiones para explotación maderera, con las que tienen permiso para hacer minería; y de éstas con las áreas contempladas para ganadería, desarrollo agrícola o para la explotación de castaña, el ecoturismo y hasta para la exploración de petróleo. Estas zonas, a su vez, en ocasiones se sobreponen sobre reservas ambientales o resguardos de comunidades indígenas. “En su momento no hubo un trabajo conjunto de las entidades del Estado”, reconoce el presidente regional del Madre de Dios, José Luis Aguirre. Este desorden en las normas facilita la depredación.
Es lo que sucede en la margen izquierda de la Interoceánica en la vía que va a Cuzco. Allí está el área de amortiguamiento de la reserva de Tambopata, donde existían algunas concesiones para agricultura. Pero sus dueños entregaron sus fincas a los mineros, argumentando que como en zonas aledañas y en una vasta zona del otro lado de la vía había concesiones mineras, ellos también podían arrendar sus predios para minería. Así, de a poco, los exploradores de oro fueron colonizando, pero la fiebre subió a medida que subieron los precios internacionales del metal. Con la onza troy a 1900 dólares, incluso se volvieron a explotar minas que no eran rentables cuando ésta valía por debajo de los 500 dólares hace cinco años.
Era relativamente obvio anticipar las dificultades que habría por estos traslapes, y resolverlos antes de que la vía empeorara los conflictos. Sólo con fortalecer el catastro, y cruzar en un mapa la información de las distintas concesiones ya se habría avanzado mucho. Según Eleonora Silva, Directora Representante del Banco de Desarrollo de América Latina (antes Corporación Andina de Fomento, CAF), este fue un componente del préstamo por 18 millones de dólares adicionales que su entidad hizo al gobierno peruano para financiar el programa de gestión ambiental y social.
Los recursos se invirtieron principalmente en clarificar la propiedad de los ocupantes de los territorios a lo largo de la vía, pero no alcanzaron para resolver el problema de los traslapes de las concesiones. El gobierno local dice que espera que se haga una revisión respetando los títulos de acuerdo con la antigüedad, siempre y cuando se cumplan los mandatos del ordenamiento territorial que hace poco elaboraron.

Poca plata

Los críticos aseguran que de todos modos 18 millones de dólares no son suficientes para manejar el impacto ambiental de una obra que costó 2.800 millones. Un estudio de la organización peruana Derecho Ambiente y Recursos Naturales (DAR) asegura que el monto del presupuesto destinado para programas de manejo ambiental y social en carreteras similares, según los estándares regionales, oscilan entre el 5 y el 20 por ciento del costo total de la obra. Para el caso de la Interoceánica, éste apenas fue del dos por ciento del presupuesto inicial y, encima, la obra terminó costando tres veces más. El presidente regional Aguirre dice que además de poco, el presupuesto “lo manejaron desde Lima y poco o nada llegó a Madre de Dios. ¡El dinero se habrá quedado por el camino!”.
Según la publicación del DAR, el programa ambiental fue orientado a mitigar los daños y no a promover el desarrollo. La representante del Banco de Desarrollo que puso el dinero para el programa de manejo ambiental, prefirió no comentar el informe pues, según ella, DAR lo hizo sin contrastar la información con ellos. Sin embargo precisó que el aporte del Banco cumplió con las normas sociales y ambientales, y que el programa ejecutado ayudó, entre otras cosas, a la administración de Áreas Naturales Protegidas y a crear de nuevas áreas de este tipo. También dijo que el programa ambiental buscó fortalecer la capacidad institucional de las entidades públicas nacionales y regionales responsables del manejo, prevención y mitigación de los impactos ambientales y sociales indirectos generados por la construcción. “Fue algo que se hizo en todo momento en diálogo con las regiones”, dijo Silva.
Es importante resaltar que cuando comenzó la carretera, Perú no contaba con un Ministerio de Medio Ambiente, de ahí que manejara todo a través de una entidad adscrita al Ministerio de Agricultura que hoy desapareció. Además en ese momento el país recién comenzaba su proceso de descentralización. Por ello, a sabiendas que de la eficiencia e independencia de los gobiernos locales depende mucho del control y la gestión ambiental, el Banco de Desarrollo viene fortaleciendo varios programas de gobernabilidad y gerencia política para líderes regionales en reconocidas universidades de Lima.
Existe, sin duda, una tendencia mundial a que los financiadores de carreteras contemplen en sus presupuestos sobre todo el impacto ambiental directo, como es la disposición de residuos de obra, la construcción de pasos adecuados de quebradas, entre otros, y destinen menos recursos para los impactos indirectos, como son los descritos en esta nota. Asumen que la deforestación, el mal uso de suelos, la contaminación por minería y demás, entran dentro de las responsabilidades generales del Estado y no se le pueden cargar a un proyecto de por sí, costoso. No obstante, en América Latina donde son limitadas las capacidades de los países, esta clase de proyectos transnacionales y de interés continental brindan una buena oportunidad para generar transformaciones emblemáticas en el territorio. Hacer las cosas con los mínimos presupuestos posibles significa perder oportunidades para saltos reales en el desarrollo de América Latina.
Desde hace dos años, Perú adelanta el papeleo para un nuevo crédito por 16 millones de dólares para mejorar la gestión ambiental, pero el proceso está frenado en debates internos sobre qué dependencia nacional manejaría los recursos, y cuál sería el papel de los gobiernos locales.

Extracción desmadrada

Mientras tanto, las actividades no autorizadas de extracción de madera andan desatadas. No faltan las leyes que prohíben la tala indiscriminada, pero ante la débil o nula supervisión, y la corrupción, las normas efectivas se quedan sólo en el papel. De acuerdo con la Ley Forestal peruana se pueden otorgar concesiones forestales de hasta 40 mil hectáreas y, antes de la carretera, en Madre de Dios, estaba permitido extraer hasta 5.000 pies tablares por viaje. Pero ahora se autorizó sacar cuatro veces este volumen por viaje.
Según funcionarios locales a cargo del medio ambiente, esto no significa una licencia para mayor deforestación, sino que la medida va atada a otros controles para fomentar la existencia de bosques certificados. En la zona se trabaja bajo la figura de “cuarteles de corta”. Esto significa que el territorio concesionado se divide en una cuadrícula de 20 espacios, y el titular de la concesión sólo puede talar los árboles en uno de estos espacios, cosa que pasen veinte años antes de que se vuelva a talar un mismo cuadro. Se considera que el bosque se recupera en este tiempo.
En teoría, al menos, el modelo parece viable, pero en la práctica, los planes de manejo se aprueban en la región, pero la supervisión de que estos se cumplan la hace una entidad nacional que no tiene la capacidad operativa para controlar desde Lima lo que sucede en los bosques peruanos. Adicionalmente, existe otra dependencia para manejar especies de alto valor protegidas por convenios internacionales por estar en vías de extinción, como la caoba, por ejemplo. Este andamiaje, además, no cuenta con los recursos ni el personal para atender semejante responsabilidad.
No es sólo un tema de ineficiencia, también la corrupción en el sistema de concesiones en Perú impide que se protejan los ecosistemas. Eso fue lo que encontró una investigación periodística realizada por la Agencia de Investigación Ambiental (Environmental Investigation Agency EIA, en inglés), una organización internacional aliada de CONNECTAS en este reportaje, que lucha contra la delincuencia ambiental y defiende la naturaleza. Esta agencia documentó en una treintena de casos, algunos en Madre de Dios, cómo dueños de concesiones sacan madera como si proviniera de su bosque certificado, pero que en realidad la han sacado de otros predios o de Reservas Naturales. Funcionarios del gobierno local confirmaron que esta práctica se viene dando y que quieren poder realizar más visitas a los predios para confirmar qué se está extrayendo de cada cuál.
Parte de la madera que roban traficantes peruanos viene del lado boliviano. Sin ninguna delimitación real de la frontera, los taladores entran por las mejores especies, y esto causa conflictos sociales graves. Por ejemplo, Julio García, teniente gobernador de la población de Alerta en Perú, fue asesinado en 2008 cuando trató de interceptar un camión que sacaba sin permiso caoba del vecino país (ver perfil).
Con la Interoceánica, también ha crecido el número de caminos que penetran cada vez más adentro la selva virgen. Utilizando imágenes satelitales, la antropóloga Angélica Almeyda, en su trabajo de doctorado sobre deforestación y desarrollo de infraestructura en esta región del Amazonas, presenta cómo se han multiplicado estas rudimentarias vías de acceso desde 1990 que pasaron de 4.686 kilómetros a 11.045 en 2007.En los últimos cinco años de acuerdo con un levantamiento realizado por la WWF se puede ver cómo este crecimiento es exponencial. La llegada de la Interoceánica genera un verdadero efecto de espina de pescado a sus costados. En sus estudios Almeyda, colaboradora de CONNECTAS en este reportaje, demuestra cómo en la medida en que se reduce el tiempo de desplazamiento para salir a los centros más poblados, se aumenta la deforestación. Estos senderos además les coartan la movilidad libre a los indígenas originarios de Madre de Dios que aún sobreviven allí y que rehúyen al contacto con la vida moderna.
En no pocas ocasiones los destrozos los han causado decisiones tomadas en Lima, sin mayor reflexión sobre su impacto en la selva. Así en 2004, el gobierno permitió la extracción maderera en las concesiones de castaña y para cuando derogó la medida en 2007, ya era tarde, y largas franjas a los costados de la carretera quedaron peladas. Con la adecuada planeación y con resiembra esto hubiera podido arrojar otros resultados. Ahora en algunos de estos parches se ha comenzado la siembra de papaya y naranja, una actividad que en los locales genera gran expectativa.
Un impacto similar tuvo la decisión oficial de finales de los años ochenta de darles vacas a las familias colonas para que tumbaran bosque e impulsaran la ganadería. Acabaron con el bosque y no prosperaron porque el suelo se agotó. Pero ahora, nuevos colonos se han animado al conquistar terrenos para la ganadería pues ven mejores perspectivas, con fertilizantes más sofisticados y semillas más resistentes a mano, y con el ejemplo de los vecinos brasileros que convirtieron enormes bosques en productivos pastizales para su ganado.

Iniciativas verdes

No todo es deterioro y pérdida ambiental en el corazón amazónico entre Bolivia, Perú y Brasil. Hay en los tres países ejemplos de cómo si se maneja bien el bosque, la llegada de la carretera puede mejorarles la vida a la gente de la región y a los países en general.
Así, en algunos lugares de Bolivia la gente está explotando la madera en forma comunitaria y racional. Es el caso del poblado de Soberanía donde el Estado otorgó 26.000 hectáreas a 50 familias para que explotaran el bosque. Como parte de un plan operativo ambiental, elaboran un estudio que localiza cada árbol en la geografía. Así, se define qué madera se puede extraer, se paga por los derechos y se verifica en terreno que efectivamente esos hayan sido los árboles talados.
Otras buenas experiencias se encuentran del lado peruano en la frontera con Brasil, en la población de Iñapari. Allí de acuerdo a la información suministrada por la Alcaldía existen cinco empresas a cargo de 600 mil hectáreas certificadas y con permanente supervisión. Además de ser las mayoras generadoras de empleo de la región, comenzaron procesos semi-industrializados para procesar la madera allí mismo. Aunque aún queman combustible para generar la energía que requieren para sus procesos industriales, esto se solucionará cuando a la zona llegue la energía eléctrica en forma constante. Estas empresas de banqueros estadounidenses e ingleses y de inversionistas chilenos, según dijo la Alcaldía, también están explorando la posibilidad de conservar bosques para poder vender certificados de captura de carbono en el mercado internacional.
En Brasil y en Perú, la producción de castaña ha probado ser una actividad económica que en la selva puede ser, a la vez, rentable y ambientalmente sostenible. Cada año, entre diciembre y marzo estos árboles, muchos de ellos centenarios, sueltan un coco donde se alojan las semillas de la rica nuez. En la zona de Madre de Dios existen más de 1.200 concesiones de castaña cuyas beneficiarias son principalmente familias de la región. El año 2005 fue, por ejemplo, muy bueno para esta actividad, pues Perú exportó 18 millones de dólares en esta nuez proveniente del Amazonas. La carretera hace más viable aún el negocio, pues abarata los costos de transporte y facilita la apertura de mercados para el producto. Y a la vez que la producción crece, el bosque se mantiene intacto, pues al conservar los castaños, también se preservan los bosques que lo rodean. Además, alrededor de esta producción se han organizado varios productores que son activos social y políticamente.
La vieja explotación del látex natural del árbol de caucho o siringa, que se había abandonado, cuando aparecieron los materiales sintéticos en el mercado, y que ha empezado a retomar vuelo en los tres países, es otra economía que puede ser rentable y sostenible en la selva. Comunidades en reservas forestales, como la de Manuripi en Bolivia, han encontrado en el uso de nuevas técnicas que les permite sacar un producto de mejor calidad, sin dañar los árboles. En Perú, la carretera ha atraído otra vez a inversionistas franceses interesados en explotar el caucho y venderlo en el comercio internacional con sello verde, como garantía para quién lo compre que está respaldando una actividad económica que protege el Amazonas.
A pesar de que la castaña y el caucho son producciones sostenibles, ahora con gran potencial en el Amazonas gracias a la Interoceánica, cuentan con muy poco respaldo oficial. Si los gobiernos ayudaran a mercadearlas internacionalmente, haciendo énfasis en cuánto contribuyen a la preservación de la selva más importante del planeta, los productores podrían venderlas a mejores precios y podrían tener más estabilidad pues hay momentos en que este producto puede lograr precios que rondan lo nueve dólares el kilo, y otros donde no pagan más de dos.
El ecoturismo abre otras posibilidades de desarrollo sostenible. Y está creciendo a pasos gigantes. Cada día aterrizan en el aeropuerto de Puerto Maldonado en Perú, cinco vuelos que suman un promedio de 350 personas, principalmente turistas extranjeros. Uno de sus visitantes recientes, en octubre de 2011, fue el británico Mick Jagger, la leyenda del Rock y la noticia ha atraído más turistas.
Otros visitantes también llegan por la nueva carretera desde Cuzco hasta el puerto selvático, y cuenta con 16 viajes de buses a la semana cubriendo esa ruta. Sin embargo, aún hay mucho campo para crecer, pues la mayoría de los turistas brasileros van por Puerto Maldonado sólo de paso hacia las ruinas de Machu Picchu y la bella Cuzco, y muchos de los extranjeros que sí llegan en avión, son llevados directamente a los alojamientos ecológicos y poco gastan en el pueblo.
La carretera que conecta a los tres países podría ser una bendición de desarrollo económico, y aunque suene paradójico una buena excusa para mejorar el manejo ambiental y la protección del bosque. Pero eso requiere mejor legislación, más recursos y mayor visión para impulsar las buenas iniciativas. El presidente regional del Madre de Dios, José Luis Aguirre no es optimista. Dice que hay demasiados poderes, que los mineros impiden que jueces y fiscales protejan el delicado ambiente y que, encima, el gobierno central los ha abandonado a su suerte. “Me siento desesperado, perseguido – dice. Si no se le da el verdadero impulso y apoyo económico estratégico, vamos a sucumbir frente a las mafias que operan aquí. Estoy pensando hacer un llamado internacional para salvar a Madre de Dios”. Ojalá su llamado aquí consignado tenga eco.

Lea el reportaje completo de la "La Autopista de la Selva" en www.connectas.org"
*Vea el tercer video que acompaña esta serie: “Canto de Motosierras”